Una casa de gominolas hecha con unos cartones viejos y mucha
imaginación. No hay nada mejor en educación infantil que aprender a
reciclar aquellos materiales que siguen sirviendo para muchas cosas. En
este caso, una caja de frigorífico, se convirtió (por arte de magia) en
una preciosa casa de cuento de hadas. La casa era para una
representación teatral que tuve que llevar a cabo (junto con mis compañeras) en una asignatura
(Pedagogía musical) de la Universidad de Málaga. Pero también puede
servir de escenario para el juego simbólico, tan importante en la etapa
de Infantil.
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